7.03.2011

8.Vintage

Justin me hizo prometer que no buscaría en Internet la dirección, y, que simplemente, se la dijera al taxista. ¡Que misterio!
Estaba entusiasmada. ¿Donde íbamos a ir? Más de una vez, estuve a punto de buscar la ubicación de aquel secreto lugar, pero eso, le hubiera quitado todo el romanticismo. Además la sonrisa de P cuando le enseñé el mensaje con la dirección me hizo darme cuenta de que era un sitio realmente especial.
Aquella tarde:
-Que tierno...
-Pero..¿Sabes donde es?-pregunté. P, no era de memorizar fechas ni lugares, por eso, me sorprendió. Recuerdo una vez, que estuvo saliendo con un chico. Creo recordar que se llamaba Jack. El caso es que vino nuevo a el instituto, y en pocas semanas, nos tenía a todos en el bolsillo. Además de guapo, era divertido, y, como no, P, le enamoró. Demasiado. Jack, el pobre e inocente Jack, perdió la cabeza por la alocada chica rubia. En cambio ella, no le daba la menor importancia. El lo pasó fatal cuando hicieron su primer mes y ella (que en realidad no le quería hacer daño, pero no se acordaba) además de no felicitarle, vomito encima de su regalo. P no lo hizo a propósito, tenía dolores de barriga (una resaca mortal) y estropeó el bolso Channel que el le había comprado con todos sus ahorros.
-Claro, voy allí a menudo.-continuó con la conversación.
Pero no me rebeló nada más. Después de eso necesitaba una tarde de compras, al día siguiente era el gran día, y necesitaba estar perfecta, con la ropa perfecta. Después de una manicura, pedicura, depilación, peluquería y una limpieza facial, fuimos a compararme un modelito nuevo.
Nos pateamos un montón de tiendas, pero no encontramos nada. Bueno, yo no encontré nada. Mi amiga Penelope se compró medio Nueva York.
Apunto de rendirme decidí entrar en la que iba a ser  la última tienda. Era bastante pequeña, y lo que más me gustaba, Vintage.  Y allí, me enamoré de un vestido. Creí que era el vestido más bonito que había visto en mi vida, y lo era. Cada detalle de el era perfecto. No era demasiado provocativo, pero tampoco iba tapada asta los pies. No parecía una macara, pero tampoco parecía sacada de una escuela religiosa con el uniforme puesto.
Me gustaba pasar estas tardes de chicas, con P. Ir de compras con ella, y hacerte una sesión completa de belleza era muy relajante.
Después de aquel gran hallazgo, nos volvimos para casa. Me probé otra vez más el vestido, y me tendí en la cama, intentando dormir.
Mi cabeza iba a  explotar. No podía pensar en otra cosa. Aquella noche me costó dormir. Creo que incluso soñé con el.  Justin era lo único capaz de invadir mi mente de aquella manera tan fuerte.


Mi despertador sonó...

3 comentarios:

  1. Super bonito!!! Siguela porfa!! Y soy Andrea!! besitos!!

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  2. esta genialll sabes , pero cuando dejas de escribir por mucho tiempo se le va un poco la chispa. pero esta rechebere
    <3 <3 sara...<3<3

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