8.04.2011

14.Desayuno, pero sin diamantes

Desayuno-300x225.jpg-Y dime chico ¿como dices que te llamas?-Justin, que estaba en frente de mi padre tardó en asimilar la pregunta. ¿No sabía quien era? Eso le superaba.
-Justin, Justin Bieber
-Y dime, Justin Justin Bieber, ¿cuanto hace que sales con mi hija?-Justin, que se había sentado a mi lado, me miró. No sabía que decir. Yo tampoco. Se hizo el silencio. Demasiado largo.
-Pues ya sabes papá, unas semanas.- decidí intervenir.
-Y dime muchacho, ¿que intenciones tienes con mi hija?
Imaginé que se pondría colorado, que agacharía la cabeza y que se moriría de la vergüenza, pero en lugar de eso, me miró, me cogió de la mana y con una sonrisa le dijo a mi padre:
-Tratarla como se merece.-la que se murió de la vergüenza fui yo, pero aun así, lo que dijo fue precioso.
-Tratarla como se merece...más te vale. -Justin sonrió, mi padre al contrario que el no. Solo le miraba fijamente.Intentando intimidarle. No lo conseguía.
-¿A que instituto vas?
-No voy al instituto.-mi padre hizo una mueca.
-¿Trabajas?-Justin enarcó un ceja.
-Si
-¿De que si se puede saber?
-Soy cantante.
Mi madre y yo preferíamos mantenernos al margen de aquella situación. Comíamos alegremente unas tostadas mientras ellos tenían aquella divertida conversación. Pero, por donde iban los tiros, yo ya veía que tendría que intervenir.
-Musico aspirante,olvida tu sueño chico, no vas a ser famoso.
-Creo que no me ha entendido, soy Justin Bieber.
-Eso ya me lo as dicho antes.
-Papá, -interrumpí-no es una aspirantes, es famoso, cantante, con gira, CD y fans histéricas que llevan su nombre pintado en la frente.
-¿Tu te crees que me chupo el dedo?
Me levanté de la mesa y fui a por una revista. En la portada salía el, con su nuevo corte de pelo. Era de hacía ya unos meses. Volví a la mesa y se la entregué a mi padre. El miró primero la revista y luego a Justin. Todos nos miramos, y por primera vez en lo que iba de día mi padre se puso a reír.

8.03.2011

13.Besos

-Hagamos que sea verdad.
Me tumbó poco a poco, el, encima mío. Nos miramos fijamente. El me había mirado así muchas veces, pero cada vez que lo hacía era como si fuera la primera vez. Acercó sus labios a los míos. Sentía su aliento. Los dos teníamos los ojos cerrados.  Una de sus manos me acariciaba dulcemente la mejilla, la otra se perdía por mi cintura.
-No me pidas que pare por favor.
-No pares.
Dicho esto se acercó lo poco que nos separaba y nos besamos. Sentí sus labios en los míos. Fue un beso corto, intenso. Nos separamos, yo le miré, le acaricié la nuca y le atraje hacía mi. Sentí otra vez sus labios, sus besos, sus manos(y más cosas que no voy a decir).
-Entonces, ¿ahora me puedo presentar como tu novio?-dijo después de aquellos dulces minutos de besos y caricias.
-Si-volvió a besarme, pero esta vez un beso corto, delicado, romántico.

12.El despertar

Así tal cual nos despertamos por la mañana. Abrazados en mi cama. Un noche perfecta, a su lado.
-Buenos días princesa.
-Buenos días- dije acercándome mucho a sus labios. El intentó besarme, pero falló.
-Ya,¿a las 7 de la mañana me rechazas?
-A las 7, a las 8 a las 9 y a todas horas.-Justin sonrió.
-¿Te he dicho alguna vez que me encantas?
-Creo que si.
Se levantó de la cama separando nuestros cuerpos. Me miró y sonrió. ¡Oh! Que sonrisa.
-Me voy a tener que ir ya. dijo mientras se sentaba en el borde de la cama y se ponía los zapatos.
-Lo se, pero no quiero.-entonces me incorporé  y le abracé por detrás. Le empujé delicadamente hacia la cama de nuevo. El sonrió. Estaba tumbado con los pies colgando. Yo ampollando la cabeza en mis manos, mirándole desde arriba.
-¿No quieres que me vaya?
-No-negué sonriendo
-Pero me tengo que ir.
-Lo se.
-Pero no quieres que me vaya. -negué con la cabeza.-vale, no me iré, pero deja que te bese.
-Adiós Justin-los dos reímos.
Entonces oímos el ruido de una puerta que se cerraba. Seguidamente unos pasos. Justin y yo nos quedamos helados. Saltó de la cama para esconderse debajo de ella. Yo cogí el teléfono. Mi madre entró.
-Hola, cariño. ¿Ya estas despierta?-mas que despierta estaba nerviosa.
-Si, es que tenía que llamar a P.
-Ya veo-mi madre sonrió. Se lo había tragado. Estaba apunto de salir por la puerta cuando-a por cierto, no le diré nada a tu padre del chico que hay debajo de la cama. -me quedé paralizada. ¡Como lo sabía!-solo por curiosidad, ¿quien es el hombre misterioso?
Justin salió de su escondite. Rojo, como un tomate. Le daba vergüenza. Era impresionante como era capaz de salir delante de millones de personas y cantar, pero agachaba la cabeza delante de mi madre.
-Hola-murmuró
-Hola-contestó mi madre alegremente con una sonrisa.-¿Que tal?
-Bien...
-¿Tienes hambre? ¿Te quieres quedar a desayunar?
¡Oh no! Los desayunos para mis padres eran la comida más importante del día. Deseé con todas mis fuerzas que Justin pusiera una excusa y dijera que no.
-Claro, ¿Porque no?
Suspiré. Entonces Justin me miró como diciendo: "¿puedo quedarme?". Yo asentí, en fin, ya era demasiado tarde.
-Vale, pero finge que no dormiste ayer aquí. -puse los ojos como platos. ¿Pero como demonios lo sabía? La curiosidad me mataba. No lo pude evitar, pregunté.
-¿Como lo sabes?
-Samantha, por favor. Tu padre hacía lo mismo.
Salió por la puerta. Justin y yo nos miramos y reímos a la vez.
-¿Te importa que me quede a desayunar?
-No, pero cuidado con lo que dices. Mi padre es muy...exigente.
Yo estaba sentada en el borde de la cama, con las piernas colgando entonces el apoyó sus manos en mis rodillas y nos miramos fijamente a los ojos.
-¿Me presento como tu novio?
-No, eso sería presentarte como una mentira.-estábamos muy cerca.
Rió irónicamente. Apartó una mano de mi rodilla, me acarició dulcemente el pelo, se acercó un poco más a mi, besó mi mejilla delicadamente, como si fuera de porcelana, como si me fuera a romper, y luego me susurró al oído:
-Hagamos que sea verdad.