Me saludó con la mano desde la mesa. ¡Aun no me lo creía! Me senté enfrente de el “Mantén la calma Sam, por favor.” me supliqué por dentro.
-¿Que quieres tomar? ¿Café?
-Chocolate caliente, por favor.-Justin sonrió.
¿Café? ¿En serio? No estaba mal la idea de estar con Justin Bieber en Sturbucks tomando un café, pero me gustaba más la de tomar un chocolate caliente. Se hizo el silencio entre el y yo. Justin miraba a todos lados con tal de encontrar un tema de conversación.
-¿Sueles hacer esto?- Justin levantó la cabeza y me miró a los ojos.
-¿El que?
-Salir por ahí con fans.
-No- negó con la cabeza sin dejar de sonreír.
-¿Y no te han dicho que no se debe salir con fans de sexo femenino y encima teniendo novia?-Soltó una carcajada, y, entonces, sus ojos bajaron más allá de los míos y se plantaron en mi escote. - Y lo empeoras si miras el escote...-Justin se acerco un poco más a mi.
-¿Y a ti no te han dicho que no se tontea con famosos? Y en cima si ese famosos se llama Justin Bieber. -reí, era tan mono- ¡Ah!, ya no estoy con Selena.
-Yo no tonteo contigo. ¿Que ha pasado?
-Si que lo haces, y no lo se, me llamó y me dijo que no podía más, y que esto se acababa.
-¿En que te basas para decir que tonteo contigo? Y lo siento mucho-me encantaba poder mantener dos conversaciones a la vez con el, pero por otro lado, acababa de romper con Selena, tal vez yo solo era su distracción.
-Me baso en que soy Justin Bieber, y dejalo, creo que solo quería publicidad.
-No me gusta ser el juguete de nadie.- le advertí muy seriamente.
-¿Quien te ha dicho que seas el juguete de nadie?
-Tus ojos al cruzarse con mi escote.
-Soy famoso pero también humano ¿Sabes?-mi miró a los ojos como no la había hecho asta el momento. Eran increíbles.
-¿Y porque yo? -Tiró la cabeza hacia atrás y soltó un suspiro.
-Por esos ojos.
-Escuchame Romeo, que esos trucos no funcionan conmigo. No es que me hayas mirado a los ojos precisamente.
-Por esas contestaciones precisamente es por lo que me he fijado en ti. - Le miré con curiosidad.- Es que...no se...Cuando has dicho que aparte mis manos de ti...¿Sabes la de chicas que matarían por hacerme guarradas en cualquier parte? -no podía parar de reír, ese chico era realmente increíble.
Acababa de admitir que se había fijado en mi porque me hacía la difícil. Gracias mamá. Supongo que ella nunca pensó que lo aplicaría con Justin Bieber, pero funcionó igualmente ¿no?
La camarera llegó para darnos nuestros pedidos. Le di un pequeño sorbo a mi chocolate caliente. Delicioso, como siempre. El también le dio un sorbo a su bebida.
-Hablame de ti.- dijo Justin después de limpiarse- No se...¿Como te llamas?-reí, se me había olvidado que no le había dicho mi nombre todavía.
-Sam, pero me llaman S.
-Encantado...S-después de escuchas de la manera en que me lo dijo no pude evitar sonrojarme.
Así pasamos un buena rato, hablando de unas cosas y de otras, de nuestras vidas, de nuestros problemas, de nuestras aficiones...después de hablar durante una hora en la cafetería, fuimos a dar una vuelta.
No podía parar de pensar en la de cosas que teníamos en común, nos gustaba casi lo mismo, pero al salir por la puerta (que me había abierto el previamente) ese pensamiento de que solo era su distracción volvió a rondar por mi mente. Me dijo que no era el juguete de nadie, pero ¿me podía fiar de el?
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