Me desperte, ni siquiera llevaba el pijama puesto. Estaba tumbada en la cama, tapada por una manta. Con la ropa del día anterior todavía puesta. Mis ojos estaban hinchados de tanto llorar. No podía más. No podía soportar más el dolor que sentía en aquel momento. El dolor que Justin me había provocado. Lo que era raro, era que mis padre no me hubieran despertado. Era domingo, y de todos los días de la semana, el domingo era el más importante. Era el domingo familiar. En el que desayunábamos en familia y nos explicábamos como nos había ido la semana. Yo tendría que bajar, sonreír, y decir que mis ojeras eran porque no había pasado una buena noche. Eso era lo que yo tenía en mente la noche anterior. Pero era tarde, y todavía no sabía porque mis padres no habían hecho acto de presencia.
Me puse algo decente de ropa y baje. Mis padres no estaban en la mesa del comedor. De hecho, estaban en el sofá. Hablaban flojo. Solo pude entender bien una pocas cosas:
-Yo creo que es demasiado pronto....-oí sollozar a mi madre. Por su todo de voz, parecía estar llorando.
-¡No! No es una cría, asúmelo de una vez-decía con severidad mi padre. ¿Hablaban de mi? ¿Que pasaba?
Miles de millones de ideas cruzaban mi mente a la velocidad de la luz. ¿Me enviaban a un internado a suiza? Tal vez no era tan mala idea, así no tendría que soportar volver a ver a Justin. Pensé en algo peor. Tal vez, ¿el abuelo había vuelto a enfermar? Eso ya era más probable. Tuve miedo. En ese momento, no pensé en Justin, no pensé en P. En ese momento, no pensé. Simplemente tuve miedo.
Mi padre, se dio cuenta de mi presencia y giró la cabeza. Eso solo hizo que mi madre llorara aun más.
-¿Que pasa?-dije con un hilo de voz.
-Sam, hija siéntate aquí un momento. Te tenemos que dar una mala noticia-vi a mi padre más preocupado de lo normal.
-¿Pasa algo malo?-pregunté
-Tu siéntate cariño-dijo mi madre. Yo obedecí. Algo pasaba. -Lo que pasa es que...
-Deja que se lo explique yo-interrumpió mi padre. Mi madre agachó la cabeza.-Tu sabes, que, bueno...últimamente tu madre y yo hemos ido teniendo problemas.
Tomé aliento. Por un momento me quedé sin respiración. Pensé, rebobiné la cinta de mi vida, y pensé por un momento, en alguien que no fuera yo. ¿Habían estado mal? Si. Claro que si. Mis paredes no estaban insonorizadas. Les oía discutir, muy a menudo. Cada vez más, y por cualquier tontería. La verdad, es que yo desde muy pequeña ya estaba hecha a la idea. Yo lo tenía muy claro. Recuerdo muchas noches, de niña, encerrada en mi habitación, con la cabeza entre las piernas. Tapando mis orejas, poniendo la música al máximo. Negándome a aquello. Muchas cosas empezaban a encajar. De hecho, todo empezaba a encajar.
-Así que hemos tomado la decisión de, bueno, estar separados un tiempo.
Mi madre parecía que ya no podía más con aquello. Dolía mucho, dolía mucho ver a mi madre así. En cambio mi padre, parecía estar bastante bien. Supe enseguida quien había roto con quien. No lo pude evitar.
Las lagrimas empezaron a descender por mis mejillas. ¡No tenía ya suficiente! Por algún motivo, estaba siendo castigada, ¿había hecho algo malo en mi vida? ¿Merecía realmente aquello?
-Bueno, ¿que opinas?-continuó mi padre.
"-¿Que opinó? Que mi vida es una mierda. Que nunca puedo ser feliz. Pero no porque no quiero, sino porque la vida no me deja. Que me obligáis a madurar. Que no quiero. ¡No quiero tener problemas! ¡Quiero que mi vida sea la de una chica normal de mi edad! No quiero un famoso. No quiero unos padre divorciados. ¡No quiero eso!"
Eso era lo que yo pensaba realmente, pero en vez de decirlo, sonreí.
-Si así estais mejor, es vuestra decisión. Será a bien no a mal ¿no?
-Eso lo tiene que tener mi claro. Tu madre y yo nos llevaremos bien igualmente.
-Pues entonces me pare bien. Si así sois felices, es vuestra decisión.
-Ahora ya me quedo más tranquilo. Es que estábamos preocupados por esto. Pensábamos que a lo mejor te lo tomarías a mal. -¿Que alojemos me lo tomaría a mal? ¿No veía mis lagrimas?-Tu madre se irá hoy a el otro apartamento. ¿Te quedas conmigo? ¿O con ella?
Todas mis cosas estaban en "casa de mi padre", era lo más cómodo. Pero vi la mirada de mi madre hacia mi, era de esperanza.
-No, creo que me iré con mamá.
-De acuerdo cariño.-sonrió mi padre
-Yo subiré arriba, a por mis cosas.
Aun llorando subí las escaleras. Corriendo. Como si en 4 segundos los peldaños fueran a caer. Abrí la puerta de mi habitación. Dispuesta a entrar y tirarme en la cama. Pero algo lo impidió. O mejor dicho alguien.
cielos! tardaste pero valio la pena! me encanta! solo te pido que trates de subir mas seguido, pero entiendo que allas tardado, es epoca de examenes, yo tambien me la paso estudiando :)
ResponderEliminarMe encantooooo!!
ResponderEliminarBesos
Lamento decirlo por aqui pero... Yiyi! por que has borrado todo? me gustaba tu hitoria! estaba tan enganchada como con esta!
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