Nota importante: el siguiente capitulo va ha estar escrito por P.
Bajé las escaleras acompañada de S. ¿Como sería aquel chico? Por su bien, y el mio, GENIAL. Pero aunque a veces no lo pareciera, estaba nerviosa. En mi era algo extraño. Era como una premonición. Siempre que me sentía así era porque algo muy bueno, o algo muy malo iba a pasar.
Recuerdo, que la noche en que mi padre murió apenas pude pegar ojo.
Vi a Justin en la puerta y a alguien(Dylan) detrás, pero no pude verle. Después de ver el beso de S y su novio y despedirme de su madre, me dispuse a salir por la puerta y ver a mi chico misterioso. Por la sensación de mi estomago pensé en lo peor. Me imaginaba a un chico timidillo, bueno, romántico, ABURRIDO.
Pero le vi...Dylan no era así, para nada. Era tan...tan...era tan, tan que ni siquiera existen palabras para describirle. Alto, era como si tuviera la medida justa y necesaria. No me sacaba dos cabezas, pero tampoco se le veía bajito. Su medida era perfecta, precisa y adecuada. Su pelo...uff... su pelo...marrón oscuro. Su peinado era aquel tan tan de moda que apenas se puede describir, ¿lleva flequillo? ¿cresta? ¿las dos? ¡Que mas daba! Era perfecto. ¡Que ojos! Unas pestañas larguisimas y unos ojazos marrones tras ellas. Como brillaban...Su piel, morena y suave. Ni una imperfección. Nada. Su sonrisa. Sus labios. Oh sus labios. Que labios. Aquel cuerpo que tenía parecía esculpido por las manos del mejor artista.
Llevaba unos pantalones pitillos rojos y una camiseta a juego. También llevaba unas gafas de pasta negra. Cuando le vi estaba apoyado a la pared, con una pierna en alto (postura que le hacía tremendamente sexy) y miraba al suelo, esperando a que saliéramos de la casa.
-Bueno,-dijo Justin-Sam, este es Dylan-el levantó la mirada, raramente solo un segundo. Apenas se fijó en ella.
-Ey-eso fue lo ultimo que contestó.
-Y supongo que ella es la famosa P-dijo Justin con toda la simpatía del mundo. Ese era mi momento. Tenía que hacerle la primera prueba.
-Seguro que más famosa que tu-me dio un poco de pena. Se quedó helado. Sin saber que contestar. Sam se nos adelantó.
-Y bueno, P este es Dylan-el volvió a levantar la mirada del suelo. Primero me miró de arriba a abajo y a medida que sus ojos me repasaban una sonrisa aparecía en su cara. Cuando hubo acabado volvió a mirarme a la cara.
-Hola-dijo haciendo notar el tiramiento de caña.
-¿Y si no hubiera estado tan buena me hubieras dicho adiós?
Lo que yo me esperaba era que se quedara en blanco. Como había hecho Justin, pero el sonrió más.
Bajé las escaleras acompañada de S. ¿Como sería aquel chico? Por su bien, y el mio, GENIAL. Pero aunque a veces no lo pareciera, estaba nerviosa. En mi era algo extraño. Era como una premonición. Siempre que me sentía así era porque algo muy bueno, o algo muy malo iba a pasar.
Recuerdo, que la noche en que mi padre murió apenas pude pegar ojo.
Vi a Justin en la puerta y a alguien(Dylan) detrás, pero no pude verle. Después de ver el beso de S y su novio y despedirme de su madre, me dispuse a salir por la puerta y ver a mi chico misterioso. Por la sensación de mi estomago pensé en lo peor. Me imaginaba a un chico timidillo, bueno, romántico, ABURRIDO.
Pero le vi...Dylan no era así, para nada. Era tan...tan...era tan, tan que ni siquiera existen palabras para describirle. Alto, era como si tuviera la medida justa y necesaria. No me sacaba dos cabezas, pero tampoco se le veía bajito. Su medida era perfecta, precisa y adecuada. Su pelo...uff... su pelo...marrón oscuro. Su peinado era aquel tan tan de moda que apenas se puede describir, ¿lleva flequillo? ¿cresta? ¿las dos? ¡Que mas daba! Era perfecto. ¡Que ojos! Unas pestañas larguisimas y unos ojazos marrones tras ellas. Como brillaban...Su piel, morena y suave. Ni una imperfección. Nada. Su sonrisa. Sus labios. Oh sus labios. Que labios. Aquel cuerpo que tenía parecía esculpido por las manos del mejor artista.
Llevaba unos pantalones pitillos rojos y una camiseta a juego. También llevaba unas gafas de pasta negra. Cuando le vi estaba apoyado a la pared, con una pierna en alto (postura que le hacía tremendamente sexy) y miraba al suelo, esperando a que saliéramos de la casa.
-Bueno,-dijo Justin-Sam, este es Dylan-el levantó la mirada, raramente solo un segundo. Apenas se fijó en ella.
-Ey-eso fue lo ultimo que contestó.
-Y supongo que ella es la famosa P-dijo Justin con toda la simpatía del mundo. Ese era mi momento. Tenía que hacerle la primera prueba.
-Seguro que más famosa que tu-me dio un poco de pena. Se quedó helado. Sin saber que contestar. Sam se nos adelantó.
-Y bueno, P este es Dylan-el volvió a levantar la mirada del suelo. Primero me miró de arriba a abajo y a medida que sus ojos me repasaban una sonrisa aparecía en su cara. Cuando hubo acabado volvió a mirarme a la cara.
-Hola-dijo haciendo notar el tiramiento de caña.
-¿Y si no hubiera estado tan buena me hubieras dicho adiós?
Lo que yo me esperaba era que se quedara en blanco. Como había hecho Justin, pero el sonrió más.
-Probablemente. No serías la primera ni la última.
No me esperaba esa reacción. Y me di cuenta de que el no era como los demás. El era como yo. Y no sabía si me cabreaba, si me enamoraba o si me ponía.
Bueno, lo último desde luego.
No me esperaba esa reacción. Y me di cuenta de que el no era como los demás. El era como yo. Y no sabía si me cabreaba, si me enamoraba o si me ponía.
Bueno, lo último desde luego.
Dios mío, me encanta!:O
ResponderEliminarSobre todo la parte de: ¿Y si no hubiera estado tan buena me hubieras dicho adiós?
Es súper gracioso.. sigue así, tú molas, y tu blog también ;)
Suerte con el "rediseño", eres genial!:D
ResponderEliminarPensé que "P" se emocionaría más al conocer a Justin...o en ese momento también se hacía la dura?? jeje... :)
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