
-Justin, Justin Bieber
-Y dime, Justin Justin Bieber, ¿cuanto hace que sales con mi hija?-Justin, que se había sentado a mi lado, me miró. No sabía que decir. Yo tampoco. Se hizo el silencio. Demasiado largo.
-Pues ya sabes papá, unas semanas.- decidí intervenir.
-Y dime muchacho, ¿que intenciones tienes con mi hija?
Imaginé que se pondría colorado, que agacharía la cabeza y que se moriría de la vergüenza, pero en lugar de eso, me miró, me cogió de la mana y con una sonrisa le dijo a mi padre:
-Tratarla como se merece.-la que se murió de la vergüenza fui yo, pero aun así, lo que dijo fue precioso.
-Tratarla como se merece...más te vale. -Justin sonrió, mi padre al contrario que el no. Solo le miraba fijamente.Intentando intimidarle. No lo conseguía.
-¿A que instituto vas?
-No voy al instituto.-mi padre hizo una mueca.
-¿Trabajas?-Justin enarcó un ceja.
-Si
-¿De que si se puede saber?
-Soy cantante.
Mi madre y yo preferíamos mantenernos al margen de aquella situación. Comíamos alegremente unas tostadas mientras ellos tenían aquella divertida conversación. Pero, por donde iban los tiros, yo ya veía que tendría que intervenir.
-Musico aspirante,olvida tu sueño chico, no vas a ser famoso.
-Creo que no me ha entendido, soy Justin Bieber.
-Eso ya me lo as dicho antes.
-Papá, -interrumpí-no es una aspirantes, es famoso, cantante, con gira, CD y fans histéricas que llevan su nombre pintado en la frente.
-¿Tu te crees que me chupo el dedo?
Me levanté de la mesa y fui a por una revista. En la portada salía el, con su nuevo corte de pelo. Era de hacía ya unos meses. Volví a la mesa y se la entregué a mi padre. El miró primero la revista y luego a Justin. Todos nos miramos, y por primera vez en lo que iba de día mi padre se puso a reír.